De la espera
El tiempo el implacable, el que pasó..." El solía escribir casi a diario, ella era su impulso, su motor, el ansia de tenerla, de besarla, de amarla, de oírla, de tocarla. En ese entonces su mano tenía parte de injerto de una plumilla, una quilla para tinta.
El hablar de ella era casi una necesidad vital, el aparecerla, imaginarla... Después de tenerla, besarla y disfrutarla se hacia más fuerte esa necesidad, las palabras, las letras, los sonidos existían sin esfuerzo, se expresaban al momento de verla, de soñarla... A posterior esa flama se fue minando, bajó su intensidad (aún me pregunto que les pasó), aunque los dos se dieron cuenta, nadie hizo por avivarla... iba muriendo.
Si bien siguen juntos, se aman, se entienden y se disfrutan, ese soñar del uno al otro ya no es más que un (¿sentimiento?) recuerdo perdido, olvidado. Tal vez sea que el tiempo ha hecho presa de ellos que no necesitan escribirse en palabras símiles, paradójicas, en semánticas, lo que sueñan, lo que imaginan, lo que desean...
Entonces me pregunto: ¿Si bien uno sueña con esa persona ideal, la diseña, la anhela, la desea, que pasa cuando la encuentra? ¿Deja uno de soñarla?, ya la tienes, ya es real, ¿qué pasa? ¿"Más enamorado de la espera, que de esperar el amor"?